Unity, la cara de Ubuntu 11.04
Con Ubuntu 11.04 se ha levantado polémica por los detalles y bugs que tiene Unity. Hablaremos un poco de su historia, puntos a favor y de características que en distintos foros se le ha pedido incorporar.Unity oficialmente es la interfaz de escritorio predeterminada de GNOME en Ubuntu 11.04. Es un enorme paso en aras de una identidad propia respecto a las distribuciones de GNU/Linux.
Un poquito de historia

Unity no es precisamente nuevo. Entre agosto y septiembre de 2008 el fundador de Ubuntu, Mark Shuttleworth anunció que Canonical estaba contratando diseñadores de interfaz e interacción de usuario para mejorar la usabilidad del ecosistema de software de escritorio de Ubuntu GNU/Linux. En el OSCON de 2008 anunció su intención de ganar en el mercado de consumidores de escritorio y que Ubuntu 9.04, (the Jaunty Jackalope) estaría listo para ser equipado en millones de dispositivos. Canonical se enfocaría en la integración. Defendiéndose entonces a los reclamos que Canonical no contribuía a GNU/Linux, dijo mediría su contribución en la efectividad para tener el trabajo más estable, reciente y con mantenimiento de seguridad a la mayor audiencia posible que lo probara y amara. Ese equipo trabajará en X, OpenGL, Gtk, Qt, GNOME y KDE, haciendo realidad cuantiosas ideas sobre experiencia en el escritorio. Este esfuerzo se conocería bajo el nombre de Ayatana (sí, el concepto del budismo de “sentidos básicos”.
Canonical realizó un ambicioso plan de trabajo, involucrando el “Centro de Software de Ubuntu”, su administrador de actualizaciones, la controvertida biblioteca libappindicator, el menú de sonido, su menú de aplicaciones, soluciones para encontrar archivos, “MeMenu” para administrar redes sociales, un sistema de notificaciones utilizando DBus y por supuesto, Unity. En el desarrollo de Ubuntu 9.04 se inauguraron los PPA en Launchpad. Para el lanzamiento de octubre de 2009 (the Karmic Koala) se notaba más el trabajo, sobretodo en el área de KDE. En este mismo periodo el hasta entonces esfuerzo de la comunidad “Netbook Remix” recibió atención de Canonical, siendo el primero en contar con los trabajos de Ayatana, Unity incluido, en el lanzamiento de Ubuntu 10.04 LTS (the Lucid Lynx) “Netbook Edition“. En esa ocasión se podía elegir la interfaz de usuario, y para el lanzamiento de Ubuntu 10.10 (The Maverick Merkaat Unity fue la interfaz predeterminada.
Unity se fue desarrollando en dos frentes: Unity 2D, incialmente hacia las netbook y hacia equipos con menores capacidades de aceleración de gráficos, valiéndose de QML, del framework Qt, y el agregado Unity para Compiz, utilizando el toolkit Nux de OpenGL, escrito en C++ y Vala, dirigido a equipos con buena aceleración 3D.
Virtudes y defectos
La primer enorme y muy visible ventaja de Unity es el cúmulo de atajos de escritorio disponibles. En la filosofía de Compiz, la tecla (entre y en la línea inferior de teclas estándar de una PC) tiene usos. Si se mantiene presionada aparecerá en primera instancia el lanzador (si se tiene una ventana maximizada se oculta) y un segundo después aparecerán números en las primeras 10 aplicaciones para poderlas seleccionar o abrir.
Al presionar y soltar la tecla aparecerá una línea para buscar aplicaciones o archivos y accesos a las aplicaciones preferidas. Dos de ellos, el de buscar aplicaciones y el de buscar archivos por separado, se repiten en el lanzador para facilitar la localización, pues para muchas personas no fue sencillo ubicarlas.
Está de nuevo disponible, sin usar “magia negra” (entiéndase el emulador de Terminal) para poner el reloj en formato de 12 horas… si se está dispuesto a vivir con el segundero. Haga clic con cualquier botón del ratón sobre el reloj y elija “Configuración de fecha y hora”. Aparecerá un cuadro de preferencias con dos pestañas. En la segunda, “Reloj”, elija “Formato de 12 horas” y “Segundos” para que surja efecto.
Cabe señalar que Unity se siente más rápido que GNOME Shell y el sistema consume menos memoria al arrancar el escritorio, comparándolos con Fedora 15 Alpha y de OpenSUSE al momento de escribir estas líneas. Es cierto, aquellos siguen en desarrollo y sería injusto decir que es más rápido cuando está trabajadose fortísimo en la optimización, más notable contra Fedora: hay días que parece inicia en un minuto y días donde realmente se tarda de 5 a 8 minutos en estar listo para utilizarse, parte de las peripecias de usar software en desarrollo, muchas cosas están todavía en cambios constantes; la ventaja es que GNOME Shell está en estado “Estable” y “Final”, esperemos ver resultados en las próximas semanas en esos frentes. Por otro lado, el uso pesado tiene un fuerte impacto en el rendimiento de Unity, más que con GNOME Shell o KDE, por ejemplo, utilizando al GIMP y a Blender o al IDE Java de su preferencia un buen rato se nota.
En ocasiones Unity deja de responder por unos segundos, pero se recupera, a diferencia de los Plasmas de KDE, si un “Plasmoid” se cae, prácticamente se debe reiniciar el entorno gráfico. En Unity, con algunas tarjetas de gráficos de Intel (las 945 como las más notables) se generan gráficos basura en las letras de cada en cuando. Firefox es el principal protagonista de este comportamiento. Habrá ocasiones que deba esperarse hasta unos 10 segundos entre dar clic en un lanzador y se reciba respuesta cuando se esté ocupando mucha RAM.
Unity no tiene un mecanismo sencillo para agregar al lanzador aplicaciones (debe primero abrirse la aplicación, darle clic en el lanzador y elegir “Mantener en el lanzador”, ni manera de agregar lanzadores personalizados. Predeterminadamente no aparecen iconos de notificación en el área de tareas, no se puede abrir una segunda ventana de alguna aplicación desde el lanzador de Unity, no se cambia de escritorios al recibir una notificación ni se sabe en el lanzador cuántas instancias hay abiertas para alguna aplicación en particular. Si un programa requiere atención del usuario, no hay nada más que un pequeño cubo en lugar del cuadrado plano es el único para hacerse notar y un pequeño triángulo en una esquina se colorea, “ni tanto que queme al santo…”. Si Usted se encuentra entre los agraviados, en la próxima entrada de esta serie se darán sugerencias para deshabilitar, cambiar o sortear estas decisiones de diseño”.
Un aspecto que ha molestado a muchos es “AppMenu”, el estilo de menú global reinante en Mac OS X. El menú de la mayoría de las aplicaciones (afortunadamente han quitado este comportamiento en LibreOffice) los menús se enviaron en todo momento a la barra superior, entre el “Menú Ubuntu” y el área del reloj. Es decir, si se desea algún menú, hay que recorrer toda la pantalla hasta la parte superior. Esto es particularmente molesto en programas como el GIMP. Al maximizar una ventana (por ejemplo a Firefox) desaparece el menú contextual de GNOME que permite mover la ventana entre escritorios.
Si tiene más de 10 aplicaciones abiertas, las subsecuentes no tendrán un atajo de teclado directo para seleccionarse. Pueden elegirse con el ratón, pero no por el teclado. Para abrir una aplicación, basta con presionar la tecla y las primeras letras de su nombre, eso es práctico para quien ya las conoce, otras distribuciones como Mint utilizan un sistema similar para buscar aplicaciones, pero para el nuevo está medianamente rebuscado conocer los paquetes instalados en su equipo.
Como buen agregado de Compiz, pueden configurarse algunas opciones junto a los demás módulos de Compiz. Si se instala el “Administrador de opciones de CompizConfig” se pueden agregar funcionalidades. Por ejemplo, el “Enhanced zoom” disponible en ediciones pasadas, pero proceda con cuidado, deshabilitar alguna de las características del agregado Unity, por ejemplo habilitar el “Cubo de escritorio” a expensas del “Muro de escritorio” mandará al traste la interfaz completa. En la siguiente entrada de esta serie más al respecto.
En el terreno de los temas de escritorio, si se elije algún tema con los botones a la derecha, las ventanas restauradas seguirán conservando a la derecha los botones, y al maximizar se acomodarán justo después del botón Ubuntu, tal como en el caso de los temas con botones a la izquierda. Buen punto de integración allí. Al cambiar un tema, el lanzador de Unity permanecerá con el color predeterminado. En monitores múltiples todavía hay problemas de interacción, pero se ha avanzado bastante respecto a hace unos meses.
¿Debió haberse cambiado la interfaz de escritorio?
Es difícil decir, realmente. Han puesto muchísimo esfuerzo, pero para muchas personas es un completo desastre, más aún cuando su aplicación de preferencia no hace lo que solía en versiones anteriores. La dirección que tomó Ubuntu es buena, pero en opinión personal se les acababa el tiempo y debían mostrar el as bajo la manga, pues conforme avancen las semanas las adaptaciones de GNOME 3 a Fedora, OpenSUSE y al propio Ubuntu estarán listas, y los usuarios tendrán la opción de desactivar a Unity. Para los descontentos, existe la opción de elegir la interfaz de escritorio al iniciar sesión. Le llaman Ubuntu Clásico precisamente porque aún tiene a GNOME 2.32.
Entre las críticas está la falta de comunicación entre los diseñadores y los entusiastas que reportaban en los distintos canales sus ideas o problemas. Escritores para Ars technica, IT Management e incluso de OMG! Ubuntu! han hablado al respecto. La realidad es que mucha gente estará descontenta, como cuando KDE inició su serie 4.x, otros permanecerán cual Fan boys, a pesar que tengan una de esas “afortunadas” tarjetas con problemas de composición (recordando que X sigue teniendo problemas en el lado de los controladores y en el del desplegado de aceleración 3D, “nouveau” encabeza esa lista). ¿Qué sucederá al final? Eso solo el tiempo lo dirá.
Unity sigue necesitando bastante trabajo, pero la interfaz y las primeras impresiones son muy buenas. Hay relativamente pocos sitios que hablen de aspectos de personalización, a pesar de toda la polémica y sentimientos encontrados. El cúmulo de atajos de escritorio son útiles y fáciles de recordar. El atajo que más se extraña, por cierto, es el de Apagar o reiniciar, presente aún en su interfaz clásica. Tal vez no esté completamente listo para el mercado, pero en un ecosistema tan cambiante como el de GNU/Linux era ahora o nunca.