Nostálgicos y amantes de lo antiguo están de enhorabuena. La nueva y ampliada FunZone del Fun & Serious bilbaíno, acoge por primera vez el área Retroworld (Lite) que reúne una esmerada y sorprendente exposición de auténticos tesoros históricos junto a un espacio abierto a la compra e intercambio de estos equipos antiguos.
Procedente de la mayor colección mundial de tecnología lúdica, la del MUTECVI (Museo Tecnológico de Videojuegos español), la muestra incluye piezas tan icónicas como la primera consola de la historia, la maravillosa Magnavox Odyssey de Ralph Baer (lanzada en 1972 por Phillips EE.UU y con un inquietante parecido a HAL, responsable de desatar en los 70 la fiebre del Pong). También reúne otras alhajas vintage como el primer clon español de la Magnavox, Overkal (de 1973) que causó auténtico furor con su juego de tenis y que muchos consideran la primera consola europea. Se vendía, a 9000 pesetas de las de entonces (unos 1000 euros de hoy) solo por correo.
Piezas únicas y con tanto encanto como la Atari Pong argentina, una Mega Drive coreana de los primeros 80, una selección de consolas brasileñas, accesorios raros como el Power Globe para NES y la primera consola portátil de la historia, se exponen también al público del F&S. En el área de juego libro, estructurada como retrospectiva lúdica, en consolas de primera generación y microordenadores clásicos, se podrá jugar a alguno de los arcades imprescindibles (de la mano también de Xbox, SNS, Saturn, Mega Drive, N64, Play Station etc.) La Retroworld (Lite) está organizada por Juan Carlos Caballero «Adonías» (@Adonias8bits), periodista especializado en historia de las consolas, responsable del apartado retro de ferias como Madrid Games Week y Madrid Gaming Experience, además de uno de los fundadores de la Sociedad Mondo Píxel.
Videojuegos por alimentos (VxA)
La parte más comprometida de la Retroworld (lite) de Fun & Serious se plasma en el programa Videojuegos por Alimentos (VxA). De modo que, de un lado se invita a los visitantes a traer consigo productos no perecederos que poder intercambiar por software o videojuegos; y, de otro, se les invita a ceder consolas, accesorios o juegos que no utilicen ya, y que puedan ser objeto de posteriores intercambios por comida. Lo recaudado se dona a diversos proyectos sociales que trabajan con colectivos en riesgo en nuestro país. En la Retroworld (lite) se ubicará, asimismo, una amplia área de comercialización de tesoros vintage.