El oversharing es la práctica de compartir de manera exagerada tu actividad en redes sociales, aunque no es nuevo conceptualizarla con este término nos ha ayudado ha detectar los riesgos de una actividad intensa en Internet de algunos usuarios quienes a pesar de las advertencias constantemente ponen en riesgo su segurdad digital.
La exposición constante en redes sociales de viajes, logros, relaciones funcionó para acercar a las personas, pero con esto incrementó la llegada de delincuentos buscando la oportunidad de vulnerar la seguridad de las personas y extraer información importante para delinquir a través del fraude, extorsión, acoso y hasta secuestro.
“Es muy importante que los usuarios adopten prácticas de privacidad proactivas para un control efectivo de los datos personales. Lo que antes se consideraba una exageración, como el ‘modo fantasma’ o la limitación de la información compartida, hoy es una estrategia fundamental para proteger nuestra identidad y seguridad”, explica Raúl Fernández, QA Engineer y especialista en ciberseguridad de la plataforma Klibu.
Estos son algunos puntos que debes de contemplar al momento de compartir post personales en tus perfiles de redes sociales:
- Desactivar la ubicación automática en publicaciones: Inhabilitar esta opción ha dejado de verse como un acto de paranoia y se ha convertido en una medida básica de seguridad. Compartir la ubicación exacta puede alertar a personas con malas intenciones sobre rutinas, lugares frecuentados o ausencias prolongadas.
- Ocultar el rostro de menores: Cubrir con emojis los rostros de niños y niñas es una estrategia de protección frente al robo de imágenes, la creación de perfiles falsos o el uso de fotos infantiles en contextos indeseables.
- Evita publicar, direcciones, uniformes, distintivos escolares, horarios precisos, placas de autos y más datos que pongan en riesgo a menores y a ti.
- Limitar el acceso de las historias o publicaciones: Usar las herramientas de privacidad para decidir quién puede ver cada publicación ayuda a proteger la información personal, sobre todo en las redes sociales donde el contenido puede guardarse con facilidad.
- Eliminar seguidores que no generan confianza: Limpiar la lista de contactos que no tienen un vínculo real permite disminuir la exposición y dificulta que perfiles sospechosos accedan a datos, imágenes o rutinas personales.
- Evaluar qué información sobre bienes materiales o logros personales se comparte en redes: Este tipo de contenido puede atraer fraudes, suplantaciones de identidad o incluso delitos intencionados. Reservar cierta información como montos, ubicaciones o compras es una forma consciente de autoprotección.
- Antes de publicar fotos y/o videos revisa el contexto, lo que aparece detrás o en el fondo, pues eso también es información relevante.
Es importante recalcar que en ningún caso se trata de abandonar las redes sociales o eliminar perfiles, pues es una realidad que hoy esta es la nueva forma de socializar, de acercar a las personas, pero al igual que en la vida análoga, se deben tomar precausiones para cuidar nuestra seguridad y la de nuestros contactos.
Debemos actuar con precaución y conocer las herramientas y configuraciones que ofrece cada una de las redes sociales para compartir nuestros momentos importantes sin ponernos en riesgo.











