Los japoneses hicieron, como es costumbre, largas filas afuera de las tiendas muy temprano ayer sábado 26 de febrero de 2011 para tener en sus manos la nueva consola portátil capaz de generar gráficos en 3D sin lentes, en su también acostumbrada y fiel fórmula: un dispositivo de juegos portátil dedicado con software disponible en cartuchos que cuestan unos $30 USD o más. Empero, la cantidad de juegos es muy limitada. Mientras Nintendo espera tener unos 18 juegos disponibles para su lanzamiento en los EEUU y en Europa el próximo 27 de marzo, no quedan muchas opciones.
Prácticamente todos los fieles a la marca esperan uno de los juegos a salir, sea Pilotwings Resort, un juego de aviones, Nintendogs + Cats, para cuidar cachorros y mininos dentro del dispositivo, Super Street Figther IV 3D Edition, The Sims 3 y Madden NFL Football de Electronic Arts, mientras Sega apostará en la consola con Super Monkey Ball 3D y Ridge Racer 3D. Rayman 3D, Ghost Recon Shadow Wars de Tom Clancy, por parte de Ubisoft, por mencionar algunos. Mas la espera es larga, los deseos muchos y saben también la tradición de la compañía en cuanto a los retrasos en las fechas de salida de sus títulos.
Ahora bien, analistas de sitios como Reuters ponen en perspectiva el nivel de ventas y el mercado al que se enfrentará el 3DS, pues a diferencia de 2004, cuando salió el DS original, la gente podía esperar pacientemente y los jugadores casuales no tenían problema en ello, hoy en día tienen muchos juegos muy baratos disponibles en los sistemas operativos de sus teléfonos celulares. El equipo del PSP anunció el mes pasado, cita la fuente, que pondría algunos de sus juegos en dispositivos basados en Android de otras compañías, para abrirse mercado a costa de bastantes riesgos. Para Sony queda claro, venderán menos hardware a futuro.
La ventaja competitiva de Nintendo, señala David Gibson, jefe de investigación de equivalencias en Macquarie Securities en Tokio, «es que desarrollan tanto el hardware como el software. No creo que cambie la estrategia a largo término, pero debido a los smartphones no tendrá el mismo crecimiento como con consolas anteriores. Por supuesto, será muy difícil vender más de lo que vendió el DS en Japón o en otros países desarrollados, pero con una adecuada estrategia en Sudamérica y Asia, eventualmente venderán más que el DS». Nintendo espera vender no menos de 4 millones de unidades del 3DS en las cinco semanas del lanzamiento a marzo 31. El DS original vendió 145 millones de unidades alrededor del mundo a diciembre del año pasado.
El efecto de 3D coloca, por ahora, al 3DS como superior a los ojos de muchos compradores: se ve en tres dimensiones sin anteojos especiales. Para otros lo importante es jugar, ello llevó a buscar una manera de hacer correr más juegos de los “autorizados” para el 3DS. El DS original tiene la característica de leer memorias Flash R4 para almacenar juegos. En el 3DS, sin embargo, no todos los juegos del DS corren predeterminadamente: solo una lista de juegos autorizados pueden correr. Ante esta situación, de acuerdo con pcmag, se dieron a la tarea de realizar un crack para modificar la lista de autorización en el 3DS, pudiendo correr cualquier Flash R4, ya sea con “respaldos”, aplicaciones propias o juegos antiguos de Nintendo.
¿De qué lado se pondrá Nintendo? ¿Hasta dónde permitirá o negará el uso de hacks y cracks para aumentar las posibilidades de la consola? Si algo sabe hacer Nintendo es ser cauteloso y cuidar sus intereses, pero también están conscientes de las reacciones del mercado y que la realidad de sus clientes es muy distinta a hace algunos años. Mucho se ha hablado acerca de las políticas de Sony, Apple y Microsoft al respecto. Saben que la publicidad de boca en boca por Internet hizo subir sus acciones antes de este lanzamiento en Japón, pero todavía falta hacer lo propio en Estados Unidos y en Europa. Es hora de ver qué harán los más antiguos viviendo en el negocio de las consolas.