El mundo ha cambiado, la economía digital se aceleró y creció a doble dígito en los últimos años. Tan solo en el 2020, según datos de la AMVO (Asociación Mexicana de Venta Online), el comercio electrónico en el país creció un 81%, en comparación con el 2019. Además, se espera que este 2021 y en adelante, las tendencias de crecimiento acelerado se conserven.
Sin embargo, la otra parte de la ecuación que muchas personas no ven es el exorbitante crecimiento de los ataques de fraude a las compañías que venden productos o servicios en línea.
Según datos de Visa, en su Reporte de Fraude Online, Latinoamérica es una de las regiones con más fraude en canales digitales. México es el líder en fraude dentro de esta región. Las empresas Latinoamericanas están expuestas al doble de intentos de pago fraudulentos que en mercados como Europa o Estados Unidos.
Para empresas de comercio electrónico, compañías que otorgan créditos en línea o servicios financieros, el distinguir un cliente confiable de un atacante es un reto cada vez más difícil. Para las empresas de tecnología financiera o fintech, este problema es especialmente retador.
El crecimiento en el sector fintech ha atraído considerable atención, tanto de clientes confiables como defraudadores. Anteriormente la mayoría del fraude digital se concentraba en comercio electrónico; es decir, defraudadores comprando artículos como ropa, calzado o electrónicos con tarjetas obtenidas ilícitamente, para luego revenderlos; sin embargo, gran parte de estos ataques se han concentrado cada vez más en wallets digitales, pago de servicios, procesamiento de pagos, créditos en línea, entre otros.
Típicamente cada empresa realiza su propio análisis anti-fraude; sin embargo, el defraudador es el mismo atacando múltiples compañías. Desde hace tiempo, expertos han puntualizado la necesidad de colaborar entre empresas de la economía digital para hacerle frente a un problema común.
Ante esto, en el 2016 la empresa mexicana Bayonet creó una solución para prevenir el fraude y potenciar las ventas exitosas en negocios digitales mediante la inteligencia colectiva.
Recientemente esta empresa ha visto un incremento exponencial en la demanda de su solución, ante ello, su efecto red se ha ido fortaleciendo y el fraude dentro de su portafolio de clientes ha descendido en más de 67%. “Estamos viendo que casi un 20% de los usuarios que intentan hacer fraude con algún cliente, ya lo hemos visto intentando con otros clientes. Este porcentaje es aún más alto en usuarios confiables que compran de manera recurrente ya que está cerca del 40%”, señala José Andrés Chávez, CEO y cofundador de Bayonet.
De acuerdo con Chávez, los usuarios reincidentes aumentaron de forma considerable a partir de finales del año pasado, ya que antes del 2020, este mismo efecto red era del 5%.
“Creemos que debido a la pandemia y a que hemos afiliado clientes del mismo ecosistema fintech nuestro efecto red se ha fortalecido. Esto nos ha posicionado como líderes de las verticales de servicios financieros en México”, añade.
Crecimiento del efecto red, mejor detección de fraude
Clientes de talla internacional han optado por usar la tecnología de Bayonet, como es el caso de Rappibank, Grupo Modelo o UnDosTres. El resto de sus clientes van desde procesadores de pago, otorgantes de crédito en línea, billeteras digitales, empresas de pago de servicios, boletos, productos digitales y comercio electrónico.
Su servicio consiste en una solución web o API (Application Programming Interface) la cual se consulta en tiempo real para obtener una recomendación si aceptar o rechazar una operación, ya sea un pago en línea o un crédito, dependiendo del riesgo del usuario.
“La inteligencia cruzada de diversos sectores les da confianza a nuestros clientes, porque el crecimiento en el efecto red tiene una correlación directa con la efectividad de nuestros algoritmos de detección de fraude y de optimización de pagos”, afirma el CEO de Bayonet.
“En promedio nuestros clientes pierden el 0.7% de sus ventas por fraude, lo cual está casi 5 veces debajo del promedio de la industria de comercio electrónico, que está cerca del 3%. También hemos enfocado nuestros esfuerzos en mejorar la tasa de éxito de compras legítimas para estar 12% general arriba del promedio, no sólo se trata de frenar las transacciones riesgosas, sino también de impulsar las operaciones legítimos”, agrega.
¿Qué relación hay entre el efecto red y el desarrollo del ecosistema fintech?
Todo ecosistema necesita “habilitadores” para que sus actores brillen. Empresas como Bayonet están “tras bambalinas” apoyando el desarrollo de la obra. Esta empresa crea valor al habilitar canales de comunicación donde antes no existían. Gracias a esto, las compañías pueden colaborar entre sí y tienen más certeza a la hora aceptar o rechazar una venta en línea. Asimismo, los clientes confiables se benefician de una mejor experiencia.
Una nueva economía digital requiere un nuevo buró de crédito
“Bayonet se está convirtiendo en una especie de Buró porque estamos haciendo algo similar a lo que hace el Buró de Crédito en el sector de crediticio tradicional. No analizamos información crediticia porque tendríamos que estar regulados, pero cruzamos datos contextuales, como por ejemplo, las señales de riesgo del dispositivo, la dirección IP, el correo del usuario, los teléfonos que ha utilizado, etc. así que no somos un buró de crédito, pero somos la siguiente iteración de eso, adaptado a la economía digital”, afirma Chávez.
Toda la información de Bayonet está enmascarada, de tal manera que técnicamente su base de datos no contiene ningún dato sensible, cada parámetro que llega se enmascara de inmediato y el cruce solamente se hace a través de la representación enmascarada del dato (hash). Esto le permite a Bayonet cumplir con las leyes de protección de datos personales, así como contar con las certificaciones de seguridad más estrictas como PCI Nivel 1 dictado por la Payments Card Industry.
¿Y esto qué significa para el usuario?
El beneficio de habilitadores como Bayonet no sólo impacta a las empresas, sino también al usuario final, ya que le brinda un sistema financiero digital más inclusivo, que ofrece mejores productos y servicios, más accesibles y con menores comisiones.
A las personas que compran de manera frecuente en línea les beneficia porque su buena reputación es reconocida automáticamente dentro de un ecosistema creciente y eso les facilita sus pagos o tienen acceso a mejores condiciones de compra.
“Al final del día, cualquier empresa que reduce sus márgenes de fraude y aumenta su tasa de aprobación de pagos puede ofrecer un mejor servicio, precios más competitivos y una mejor experiencia de compra”, finaliza el fundador de Bayonet.