Un informe de Progress, anticipa las necesidades de los equipos de TI para el próximo año, en el que esperan una evolución en el rol de la inteligencia artificial así como un giro en la responsabilidad de la conectividad de datos.
A medida que miramos hacia el 2024, el panorama de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático está colocando los datos en el centro de la toma de decisiones. El consenso predominante enfatiza que los datos enriquecidos y bien gobernados son un requisito fundamental para el éxito. Ante este panorama que cambia rápidamente, expertos en Progress realizaron un análisis para anticipar los cambios esperados para el próximo año.
Inteligencia artificial en el centro
La inteligencia artificial dejará de ser una característica llamativa y diferencial para convertirse en un elemento central de valor añadido en los productos de software. Las empresas se verán presionadas a integrar la IA no solo para mantenerse al día con las tendencias, sino para abordar desafíos concretos y mejorar las experiencias de los usuarios. Esta integración impulsará una era de experiencias de usuario sin fricciones a medida que las expectativas de los consumidores se alineen con el potencial de la IA para ofrecer interfaces intuitivas y optimizadas.
En el ámbito de DevSecOps, la IA generativa sigue siendo una tecnología emergente que todavía debe mejorarse, porque requiere que se ejecute una salida de alta precisión en sistemas de misión crítica. Los sistemas GenAI son excelentes para crear demostraciones interesantes, pero necesitan ayuda para producir código confiable y de alta precisión. Es por eso que la IA generativa no necesariamente reemplazará a los desarrolladores, pero sí ampliará la productividad de los equipos.
En este contexto y a medida que la IA asuma más roles en la comunicación y la toma de decisiones, la gobernanza ética pasará de ser una preocupación de nicho a un requisito generalizado para la responsabilidad corporativa.
Experiencias digitales más personalizadas
El equipo de Progress predice que la Inteligencia Artificial se erigirá como el catalizador en la rápida evolución de los chatbots, que se transformarán en agentes conversacionales inteligentes, capaces de comprender el lenguaje natural, adquirir conciencia del contexto y ofrecer al usuario una experiencia personalizada de contenidos. A su vez, esta personalización evolucionará de la segmentación demográfica básica hacia la adaptación de contenidos en tiempo real, exigiendo flujos de trabajo ágiles de contenido que puedan mantenerse al día gracias a la computación frontera, que impulsará el procesamiento de datos rentable y la integración del aprendizaje automático.
Asimismo, la prevalencia continua del trabajo remoto difuminará las líneas entre las interacciones digitales y físicas. Las empresas deberán replantear sus mapas de recorrido del cliente para integrar nuevas formas de participación digital que puedan reemplazar o complementar eficazmente los tradicionales puntos de contacto físicos.
Conectividad de datos
A medida que avanzamos hacia el año 2024, se pronostica un cambio notable en la responsabilidad de la conectividad de datos, trasladándose de los proveedores de software independientes (ISVs) a los usuarios finales de aplicaciones de inteligencia empresarial (BI). Su participación desde las primeras etapas de los proyectos es cada vez más frecuente, lo que marca una tendencia reconfortante en la gestión eficaz de datos. Los expertos de Progress creen que esta transición exige una reevaluación de cómo abordamos la conectividad de datos, alineándola más estrechamente con las necesidades del usuario y el cambiante panorama de las herramientas de análisis de datos.
Tecnológicamente, los avances revolucionarios de Data Mesh, en particular Data Fabric y la integración de Knowledge Graphs, redefinirán el panorama. Estas innovaciones mejorarán la calidad de los datos y la eficiencia operativa y remodelarán la economía de la gestión de datos. Al mismo tiempo, la perspectiva de los líderes sobre la gobernanza de datos y la gestión del conocimiento se está transformando fundamentalmente. Lo que alguna vez se percibió como una carga regulatoria se está convirtiendo en una oportunidad para impulsar una mejor toma de decisiones.