Columna Invitada Hugo González Gallardo
Siempre he pensado que la objetividad en el periodismo es un mito útil. Todos tenemos inclinaciones, filias o fobias. El verdadero reto no es fingir neutralidad, sino escuchar a todos.
Se vale tener simpatías ideológicas, religiosas y hasta empresariales, pero lo que no se vale es aparentar una preocupación social o fingir la defensa de los intereses del probrecito ciudadano, pymempresario o consumidor, cuando en realidad se defiende una causa con factura.
Eso es precisamente lo que pasa con algunas plataformas digitales que se presentan como defensoras del pequeño emprendedor, pero que se resisten a pagar lo que les corresponde. Por fortuna, Mercado Libre ya salió del clóset fiscal y habló sin rodeos. Dice que la nueva retención del 2,5% de ISR y del 8% de IVA para las empresas de comercio electrónico puede afectar a un millón de pymes. La empresa afirma que la medida propuesta por Hacienda desincentiva el uso del canal digital y fomenta la informalidad.
Tiene razón en parte y es lógico que defienda a sus vendedores y su modelo de negocio, pero sería más honesto reconocer que lo que le incomoda. Es claro que la vigilancia fiscal permanente y la mayor contribución no les gustan. Celebró que, en medio de la lluvia de voceros espontáneos, al menos Mercado Libre puso la cara. Falta ver si su mensaje logra algo más que un par de notas de prensa.
Vuela
Airbnb México presentó una nueva iniciativa que busca apoyar a familias con pacientes hospitalizados en la Ciudad de México. La plataforma firmó una alianza con la Fundación Vuela, organización que forma parte de la red nacional de la Asociación de Niños para Combatir el Cáncer.
El programa consiste en convertir espacios cercanos a hospitales de alta especialidad en hospedajes sin costo para familias que viajan desde distintas partes del país y no pueden pagar un lugar donde quedarse. La medida se centrará en zonas con áreas de oncología infantil, donde los tratamientos suelen prolongarse semanas o meses.
Para este año, Airbnb destinará un millón de pesos a financiar las estancias. Los anfitriones participantes abrirán sus casas, mientras la empresa cubrirá los gastos del hospedaje.
100 velitas
Ingredion México cumple 100 años de transformar maíz y otras materias primas en productos que terminan en casi todo lo que comemos, bebemos o usamos. Bajo la dirección de Jaime López, la firma se ha convertido en pieza clave de más de 60 industrias, desde alimentos hasta papel.
Filial de la estadounidense Ingredion Incorporated, con sede en Chicago y con operaciones en Guadalajara, Querétaro y Estado de México, la empresa exporta a 24 países y emplea a más de 2 mil personas en México. También presume centros de innovación donde se inventan las texturas del futuro. Así que Ingredion apaga sus 100 velitas haciendo lo que mejor sabe: convertir el maíz en negocio, y la industria, en tradición.