Sinopsis
Han pasado dos años. Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) viven vidas felices y sin incidentes en su casa. Se han removido tatuajes y han purgado expedientes. Lo último que supieron del imán para desastres, Leslie Chow (Ken Jeong), es que había sido encarcelado en una prisión tailandesa. Con él fuera del camino los chicos ya casi se han recuperado de sus noches rondando por el lado sórdido de Las Vegas en una confusión provocada por las drogas, por ser secuestrados, por los disparos dirigidos a ellos y por ser perseguidos por mafiosos narcotraficantes en Bangkok.
El único miembro del grupo que no se encuentra contento es Alan (Zach Galifianakis). Todavía sin encontrar un rumbo en la vida, la oveja negra del grupo ha dejado sus medicinas y cedido a sus impulsos naturales en grande –lo que, para Alan, significa una falta de límites, de filtros y de juicio– hasta que una crisis personal lo obliga a, por fin, buscar la ayuda que necesita.
¿Y quién mejor que sus tres mejores amigos para asegurarse de que tome el primer paso? Esta vez, no hay despedida de solteros. No hay boda. ¿Qué podría salir mal? Pero cuando el grupo sale a la calle, se cierran todas las apuestas.
“¿Qué Pasó Ayer? Parte III” es la conclusión épica a una odisea incomparable de caos y malas decisiones, en la cual los chicos deben terminar lo que comenzaron regresando a donde empezó todo: Las Vegas.
De una forma u otra, todo termina aquí.
De Warner Bros. Pictures y Legendary Pictures llega “¿Qué Pasó Ayer? Parte III”, la tercera y última película en la trilogía cómica y rompe récords, del director Todd Phillips.
“¿Qué Pasó Ayer? Parte III” reúne a las estrellas Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis y Justin Bartha como Phil, Stu, Alan y Doug. También regresando al elenco se encuentran Ken Jeong como Leslie Chow; Heather Graham como Jade, la primera esposa de Stu; y Jeffrey Tambor como el padre de Alan, Sid. Uniéndose al elenco por primera vez se encuentra John Goodman, estelarizando como Marshall, la nueva pesadilla de los chicos.
Todd Philips dirige partiendo de un guión que escribió con Craig Mazin, quien previamente colaboró con él en el guión para “The Hangover Part II”. La película fue producida por Phillips y Dan Goldberg, con Thomas Tull, Scott Budnick, Chris Bender y J.C. Spink fungiendo como productores ejecutivos. La película también volvió a unir a miembros clave del equipo creativo de Todd Phillips para las primeras dos películas: el director de fotografía Lawrence Sher, la editora Debra Niel-Fisher y la diseñadora de vestuario Louise Mingenbach. Se unen el director de producción Maher Ahmad (“Gangster Squad”) y el editor Jeff Groth (“Project X”). La música fue compuesta por Christophe Beck, quien compuso la música para “The Hangover” y “The Hangover Part II”.
Warner Bros. Pictures presenta, en asociación con Legendary Pictures, una producción de Green Hat Films de una película de Todd Phillips: “¿Qué Pasó Ayer? Parte III”. Será distribuida a nivel mundial por Warner Bros. Pictures, una compañía de Warner Bros. Entertainment Company.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
¿PERO QUÉ HAY DE ALAN?
“Estamos atrapados con él. Pasaremos el resto de nuestras vidas con él porque ahora somos los únicos que tiene. ¿Se dan cuenta? Somos nosotros”. – Stu
En 2009, el escritor y director Todd Phillips ofreció una despedida de soltero como nunca se había visto antes, e invitó a todo el mundo a unirse a unos tipos hoy conocidos universalmente como la Manada de Lobos. En 2011, aumentó el riesgo para mostrarnos qué tan lejos podían llegar sin perder la cabeza por completo.
Al preguntarse – y luego contestar – la diabólicamente simple pregunta, ¿Qué podría salir mal?, tanto en “The Hangover” como en “The Hangover Part II” no solo superó parámetros y récords de taquilla, entreteniendo a millones en todo el mundo, sino que también dejó una marca indeleble en la cultura pop. Los demenciales latiguillos del Sr. Chow aún siguen saliendo de las bocas más inesperadas, y fans desde Baltimore hasta Bosnia se forman a diario en el mostrador del Caesars Palace en Las Vegas para morir de carcajadas solicitando la suite de “The Hangover”, o citando la ignorante pregunta de Alan, “’Es este el verdadero Palacio del César?”
Ahora, “Vamos por un final verdaderamente épico”, dice Phillips, mientras la historia lleva a Phil, Stu, Alan, Doug y a su némesis Chow al sur de la frontera y luego de vuelta a la escena del crimen, para la adecuada conclusión de la saga: Las Vegas, donde las cosas, por primera vez, salieron mal. Muy mal.
Lo que creyeron que había pasado en Las Vegas solo era la mitad de la historia, que están a punto de descubrir de maneras tales que los cineastas consideran que van a sorprender a la audiencia tanto como a los personajes. “Hay mucha acción y comedia, un robo, un viaje en el camino y también un elemento de misterio, mientras tocamos ciertas cosas que no se habían explorado antes pero siempre fueron parte del subtexto de las dos películas previas”, continúa Phillips. “Todo se une y se amalgama en un desenlace que sigue su propia lógica”.
El Guionista Craig Mazin, quien trabajó con Phillips por primera vez en el guión para “The Hangover Part II”, cuenta cómo volvieron a revisar las dos entregas previas para entender esa lógica. “Descubrimos una cadena de asuntos sin terminar que atraviesan las tres películas para una historia final que no termina sola, sino que termina las tres películas. Algo sucedió en el principio, aunque pocos notaron su importancia, y eso es lo que regresará a perseguir a los chicos y lanzarlos por un camino que será, en muchos sentidos, su viaje más difícil y desafiante de todos”.
Diseñada más como una misión que como las investigaciones forenses precedentes, “¿Qué Pasó Ayer? Parte III” rompe con la estructura del día siguiente de sus predecesoras, teniendo aún momentos de risa loca y qué-demonios-está-pasando para mantener a la audiencia al borde de la butaca.
Más que la pérdida de la memoria, el capítulo final recae sobre la lucidez y las cosas vistas en perspectiva. Esta vez no se trata de una resaca específica, sino que regresa a la original, la madre de todas las resacas, provocada por Alan, que comenzó todo esto hace seis años, de manera que nunca podían haberse imaginado.
Bradley Cooper, regresando como Phil, el profesor de inglés de preparatoria y líder no oficial de la manada, dice, “Hay pequeños puntos narrativos que pueden encontrarse en la película original que se convierten en puntos centrales de toda la historia. Hablando como fan, viendo las películas, la mejor parte – y ciertamente la más graciosa – es juntar todas las piezas”.
La tercera parte no se aleja del lado obscuro tampoco, lo cual ayuda para hacer más riesgoso su humor, siente Phillips. “Para nosotros, siempre comienza en la obscuridad, porque eso resalta la comedia. Además, se vuelve más interesante y real cuando los traemos a lugares obscuros y elevamos la tensión. Es esencialmente una historia de peces fuera del agua para estos tipos que no deberían estar en la situación en la que están involucrados, así que lo divertido es verlos luchar y lograr concluir la historia”.
“Todd es nuestro capitán. Solamente lo seguimos a la batalla”, dice Ed Helms, retomando su papel como el eternamente asustado dentista, Stu. “En este momento, podemos decir que los personajes han ido al infierno y de vuelta… en un buen sentido. Hay algunas cicatrices. Stu, literalmente, tiene una de un tatuaje indeseable, sin mencionar un diente que nunca recuperará. Pero amo estas historias y a estos tipos y me emocionaba mucho leer el guión de ‘The Hangover Part III,’ para ver qué les esperaba. Pasaba las páginas y pensaba, ‘No puede ser, ¿están bromeando? ¿De dónde salió eso?’”
De forma similar, la audiencia conoce a estos personajes lo suficientemente bien como para seguirlos a cualquier situación y saber que, de una u otra forma, triunfarán. O se la pasarán fenomenalmente bien intentándolo. “Resumen: la cantidad de gracia que tienen estas películas es increíble”, declara Ken Jeong, regresando como ese amuleto de mala suerte, Chow. “Y esta responde todas las preguntas. ¿Quieren saber qué pasó con Chow? Tendrán esa respuesta, muy rápido y de forma espectacular”.
Al mismo tiempo, parte de lo que hace a “¿Qué Pasó Ayer? Parte III” una conclusión satisfactoria es la manera en la que trata con el único miembro del grupo que, hasta ahora, ha eludido cualquier tipo de crecimiento o consciencia propia. El que patentemente, a través de todo el drama, traumas y experiencias cercanas a la muerte, nunca ha aprendido nada y jamás ha cambiado.
En otras palabras… “Esta historia es de Alan”, dice Phillips.
“Es una sensación agridulce saber que, después de esta, no volveré a interpretar nunca a Alan. Pero fue una gran experiencia”, Zach Galifianakis, considerando que el personaje ha despertado un culto mundial y tuvo un impacto significativo en su propia vida y en su carrera.
Sabiendo que “la gente no ve estas películas para iluminarse, sino para reír y entretenerse”, Mazin agrega, “Creo que nos reímos más cuando nos importan los personajes, y a Todd y a mí nos importan mucho, así que queríamos terminar esto de manera que tuviera un significado, y eso quería decir lidiar con Alan”.
Consecuentemente, “¿Qué Pasó Ayer? Parte III” sumerge a Alan en un viaje interno que necesita desesperadamente, que corre en paralelo a la acción principal de la historia. “No me gustaría decir que madura porque no sé qué tan posible sería eso, pero definitivamente algo comienza a cambiar en él, a nivel celular”, ofrece Dan Goldberg, el socio productor de Phillips durante mucho tiempo.
“Esto nos permitió sembrar la comedia desde los aspectos más profundos de los personajes”, continúa Goldberg. “No podíamos sustentarnos en las mismas cosas que ya funcionaron antes, tanto a nivel de personajes como de historia. Alan nos ha hecho reír mucho, y esta película no es la excepción, pero llega un momento en que piensas que ya no puede seguir así. ¿Qué tal si fuera tu amigo? Uno de los elementos que funciona muy bien en estas películas es que, sin importar qué tan retorcidas se pongan las cosas, la amistad se siente real. Crees que estos tipos en verdad se preocupan el uno del otro. Entonces la pregunta llega eventualmente: ¿Cómo pueden permitir que uno de los suyos siga en un camino tan autodestructivo?”
Phillips concuerda, enfatizando que la dinámica de la Manada de Lobos siempre ha sido un punto clave. “Desde el principio, me parece que estas películas funcionan por los personajes y el reparto. Si tuviéramos, digamos, tres Alan, además de que sería algo imposible, sería coagular la misma vena. Estos actores no solo son graciosos por cuenta propia sino que cada uno viene de lugares diferentes, en términos de comedia, lo que genera una química extraordinaria”.
“Cuando ves una película, por lo general te identificas con alguna de los personajes”, continúa. “Creo que mucha gente ve las cosas a través de los ojos de Stu, porque es el que parece más normal. El público muy seguro de sí mismo ve las cosas a través de Phil, y algunas personas, si están completamente trastornadas, ven las cosas a través de los ojos de Alan, pero ultimadamente es el grupo a quien están respondiendo, y ese es el verdadero reto para los actores. Más allá de la comedia, más allá del argumento, sin importar en dónde despierten o qué tipo de robo irreflexivo tengan que cometer para salir de problemas, creo que la gente simplemente está contenta por volver a juntarse con estos tipos y acompañarlos en un último viaje”.
BUENO, ESTO ES LO QUE EN REALIDAD PASÓ
“… y entonces todo se puso negro”. – Chow
A Alan no le está yendo bien. De hecho, no está haciendo prácticamente nada, y su familia cada vez está más preocupada. “”los chicos, liderados por Doug, quien es cuñado de Alan y también su amigo, planean una intervención con la esperanza de internarlo en una institución en la que pueda recibir ayuda y poner su vida en orden”, dice Phillips. “Sabiendo que no puede hacerlo solo, Doug recluta a Phil y a Stu. Así que es ayudar a Alan lo que los junta de nuevo”.
Naturalmente, Alan se resiste, pero finalmente cede ante la promesa irresistible de un viaje con sus tres mejores amigos.
“A Alan le tienen que explicar que está atravesando por una crisis de la mediana edad, porque él no está consciente de ello”, admite Galifianakis. “No tiene ni idea. Creo que es más bien una crisis del paso de la adolescencia a la adultez, pero es difícil pasar de la adolescencia a la adultez cuando tienes más de 40 años”.
Pero, sin que ellos lo sepan, la retrasada necesidad de salud mental de Alan coincide con un evento igualmente importante que está ocurriendo en otro lugar del mundo: Leslie Chow está escapando de prisión. Al estilo “Shawshank” y, como un genio malévolo recién liberado de su lámpara, no perderá tiempo en causar destrozos en las vidas de todos a su alrededor. Y nadie está más cerca de él que Alan”.
Como resultado, declara Helms, “Lo que comienza como un acto casi magnánimo escala rápidamente hasta convertirse en un caos total, en un infierno”.
Sin embargo, Phillips declara, “Si hablas con gente que ama estas películas te dirán a menudo que desearían tener un amigo como Alan, y eso es en gran parte gracias a Zach. Sus ojos denotan una ternura tal que podría hacer casi lo que sea y pensarías, ‘Oh, no lo hizo a propósito”. Así que se sale con la suya con muchas cosas. La gente ama a Alan por su inocencia, su gran corazón y su capacidad de pasarla bien sin preocuparse por lo que los demás piensen – lo que es bueno, aunque siempre va demasiado lejos y lo arruina todo”.
Si bien la enfermiza relación entre Alan y Chow es de las principales cosas que distorsionan su visión de la vida, n o hay un solo miembro de la Manada de Lobos que no se haya visto afectado por sus consecuencias. “Sale a la luz que Chow hizo algo durante la primer película que enojó enormemente a un enemigo muy peligroso. Completó esa ofensa durante la segunda película, y ahora todo volverá tras él – y tras Alan, Phil, Stu y Doug”, advierte Goldberg.
De nuevo, Phil es el primero en perder la paciencia. Sin embargo, una vez inmerso, probablemente sea el único en rendirse. Aunque algunos ven a este personaje de macho alfa como el más sensato del grupo, Cooper no está de acuerdo. “Si Phil representa la voz de la razón, entonces viven en una realidad bastante confundida”, sugiere. “Creo que la forma en que Phil ve la vida es demencial a su propia forma. Puede ser muy moral, pero al mismo tiempo, es un código de conducta muy específico y personal. Marcha al ritmo de su propio tambor, así que podría parecer racional en la superficie, pero en verdad está dispuesto a recurrir a cosas extremas para lograr lo que debe hacerse”.
Stu es, posiblemente, la verdadera voz de la razón en el grupo, pero ya que esa voz viene acompañada, por lo general, de gritos e hiperventilación, es difícil escucharla. Dejando de la lealtad y buenas intenciones, improvisar en una escena del crimen no es su fuerte. Nunca lo fue y nunca lo será.
“Stu se casó con una mujer hermosa y sofisticada en “The Hangover Part II”, anota Helms. “Y, como le sucede típicamente a los tipos simplones como él que se casan con mujeres de clases superiores a las de ellos, automáticamente adquiere algo de estilo. Así que el Stu que vemos al principio de ‘Hangover Part III’ es sin duda un poco más genial más a la moda. Pero es un castillo de barajas. En cuanto las cosas se ponen tenebrosas, Stu vuelve a ser quien realmente es. Un Nerd. Un verdadero nerd”.
Si Chow es el catalizador para el caos, Phil y Stu son los que buscan una solución, y Alan es quien provoca todos los errores y giros erróneos que han cometido en la vida… luego Doug, el pobre Doug, es quien recibe el daño colateral.
“Sí, Doug termina en apuros nuevamente”, confirma Justin Bartha, reflexionando con humor irónico sobre el papel en el que a menudo termina atado, vendado y en la cajuela de una camioneta. “Esta vez saben dónde está, solo no saben cómo recuperarlo. Creo que aunque esta no fuera la última película, probablemente sería la última vez que alguien ve a Doug juntándose con estos tipos. Creo que sería un error volver a contestarles el teléfono porque ya lo han metido en muchos problemas”.
Goldberg adopta una postura más filosófica: “Desafortunadamente, eso es lo que le tocó en la vida. Amamos a Doug, pero su destino es ser secuestrado, perdido o abandonado en un techo”.
Similarmente, el destino de Leslie Chow es provocar problemas. Ken Jeong se unió por primera vez como Chow en “The Hangover”, y su irrestricta interpretación le ayudó a desarrollar al personaje secundario hasta ser algo bastante más importante, el deleite de fans alrededor del mundo.
Dice Jeong, “Chow es como una pequeña bomba, que explota y causa desastres en todos lados. Nunca sabes si siente o no algo de miedo en su corazón, porque esa poca vulnerabilidad que deja entrever puede solo ser un truco para atraerte. En esta película lo vemos, por primera vez, en una situación verdaderamente riesgosa, y es posible que, al igual que Alan, finalmente esté explorando las consecuencias de sus acciones. O, conociendo a Chow, tal vez no”.
“No es por ser pretensioso al respecto, pero si ves los dramas griegos había humanos y había dioses, y los dioses no siempre eran buenos”, comparte Mazin. “A veces eran terribles. Se metían en la vida de los humanos y eran inmortales, así que no podías matarlos ni detenerlos, simplemente hacían lo que querían para sembrar el caos para todos. Ese es Chow. Es una fuerza de la naturaleza. Es el dios del daño innecesario”.
Pero esta vez los problemas de la Manada de Lobos son bastante más grandes que el mismo Chow. Ahora, el que está dictando las cosas y hace las amenazas es un tipo que lo hace parecer consejero juvenil al lado suyo. John Goodman interpreta el papel del misterioso Marshall, un hombre muy malo y de muy mal humor, que los envía en una misión para recuperar algo que cree que perdió por su culpa – con consecuencias fatídicas si fracasan.
“Es difícil no amar a John Goodman”, dice Phillips. “Es tan versátil. Puede actuar como alguien completamente serio o completamente locuaz, o una combinación de ambos”.
“Marshall es el principal responsable detrás de todo, el capo”, Goodman describe. “no sabemos mucho de él, lo cual es mejor, excepto que la gente brinca cuando truena los dedos y hacen lo que él les dice que hagan. Es bastante temible. Además se viste como oso de peluche, con mucho terciopelo. Así que es como esponjoso, como para apachurrarlo, y relajado… y mata gente”.
Además de arrojar a Goodman a la mezcla, “¿Qué Pasó Ayer? Parte III” reintroduce algunas caras familiares, incluyendo al actor de Hangover Jeffrey Tambor, como el amado padre de Alan, Sid, quien ayuda a preparar su tercer excursión de forma dramática e inesperada; y a Heather Graham como Jade, la otrora desnudista de las Vegas, quien estuvo casada muy temporalmente con Stu.
Siendo una de las pocas personas que en verdad se han beneficiado al involucrarse con la Manada de Lobos, la vida de Jade ha mejorado desde la primera vez que estuvieron en la ciudad. Dice Graham, “Al igual que muchos fans, hay una parte de mí que creía que Jade terminaría con Stu, pero aunque las cosas no fueron así, me complace decir que está feliz. Quería que tuviera un buen final. Todos queríamos. Jade ya no hace desnudismo, se ha casado y ahora es una madre suburbana, y es fácil pensar que haber conocido brevemente al buen tipo de Stu fue su primer paso en ese proceso”.
Desde luego, a donde vaya Jade, ahí estará Tyler. La audiencia recordará al infante de naturaleza generosa – que ahora tiene cuatro años – que Phil, Alan y Stu descubrieron en su habitación de hotel destrozada en “The Hangover”, y que estuvo gateando por ahí durante un día hasta ser identificado como hijo de Jade. De hecho, Grant Holmquist, el pequeño que interpreta a Tyler en “Part III” es uno de los bebés que originalmente compartieron el papel y fue su imagen en el arte del póster, luciendo gafas de sol y acurrucado en el cuello de Alan.
Dice Phillips, “Aún tiene esas bellas mejillas y ojos azules que eran tan arrebatadores. No es un actor. Pero vino y lo conocimos y se veía genial. Sentimos como que lo conocíamos, y fue genial tenerlo de vuelta”.
Los cineastas también le dieron la bienvenida de vuelta a Mike Epps como el hilarantemente inestable “Doug Negro” – apodo que claramente odia y fue acuñado por los chicos, en total desesperación, para distinguirlo de su amigo perdido del mismo nombre.
Además, Sasha Barrese regresa como la ansiosa Tracy, obligada a dividir su preocupación entre su esposo Doug y su hermano Alan. Jamie Chung regresa como Lauren la mujer por la que Stu arriesgó su vida para poder casarse con ella en la segunda película. Sondra Currie aparece de nuevo como la sufrida madre de Alan, linda. Y Gillian Vigman sigue siendo la mejor mitad de Phil, Stephanie.
BIENVENIDO A LAS VEGAS
“Me juré a mí mismo que jamás regresaría”. – Stu
“No te preocupes. Todo esto se termina esta noche”. – Phil
El último personaje recurrente de la película es Las Vegas misma – o, como Phillips la llama, “el corazón de las tinieblas de estos chicos”.
Por mucho que los últimos seis años hayan impactado a Alan, Phil, Stu y Doug, no puede compararse con lo que esos años significaron para los protagonistas de la vida real y los fans de esta enormemente popular franquicia desde su debut, y en ningún lado está más claro eso que en Las Vegas. Echar una mirada en cualquier dirección ofrece amplia evidencia: Máquinas de apuestas temáticas de Hangover, visitantes en playeras de la Manada de Lobos y tiendas de regalos que ofrecen artículos ligados a la película, mientras que afuera, no es extraño encontrarse a algún imitador de Alan posando para fotos de turistas.
“’The Hangover’ se ha convertido en una icónica película de Las Vegas, lo que amo y me hace sentir orgulloso”, dice Phillips.
“Ciertamente teníamos un perfil mucho más bajo cuando filmamos la primera”, recuerda Helms. “Regresar ahí solo podría describirse como una completa locura, porque no solo somos más reconocibles ahora, sino que ‘The Hangover’ se ha vuelto toda una institución ahí. A veces era apabullante, pero también siempre divertido y emocionante. Es difícil caminar por el lobby o jugar veintiuno por una hora sin atraer a una multitud de fans que se acercan a saludar, y es genial ser parte de eso”.
La producción regresó al hotel y Casino Caesars Palace, donde la acción comenzó en la primer película y donde estaba destinada a terminar, como una especie de deja vu retorcido. Citando la indeleble influencia de la historia en este añejo hito de las Vegas, Cooper dice, “Los guardias de seguridad nos dijeron que tienen que detener constantemente a gente que intenta colarse al techo”.
Una vez más, la filmación incorporó áreas en y dentro de la propiedad, presentando su famoso lobby, los elevadores y el interior de una suite de 10,000 pies cuadrados que funge como el cubil de Chow. “¿Qué Pasó Ayer? Parte III” también usó sitios locales tales como la Super Liquor Store en Paradise Road ay el área alrededor de Fremont Street, en el centro.
Su más elaborada secuencia de acción incorpora el distintivo panorama urbano nocturno de Las Vegas desde un punto de vista verdaderamente único: a través de los lentes de aviador de Chow, mientras intenta un osado escape desde el balcón de su pent-house. Muy por encima de las luces y los techos, arriba de Las Vegas Boulevard y la Torre Eiffel del Hotel Paris, Chow vuela como una hoja en el viento, dirigiéndose a quién sabe dónde, mientras sus persecutores intentan frenéticamente localizarlo desde la trama de calles allá abajo.
La toma requirió un nivel de preparación hercúleo, involucrando helicópteros, dobles de paracaidismo, una grúa gigantesca e incluso la coordinación de las famosas fuentes de The Bellagio. “La filmamos en dos noches pero requirió meses organizar la toma”, dice Goldberg. “El strip es uno de los lugares más bulliciosos del mundo, y no puedes tener gente sobrevolando los coches, es demasiado peligroso. Tuvimos a muchos asistentes de producción cerrando las calles con ayuda de la policía de Las Vegas, y solo podíamos hacerlo durante 8 minutos cada vez. Filmábamos a los paracaidistas cayendo, esperábamos a que aterrizaran a salvo y los quitábamos de la calle para poder dejar fluir el tránsito. Luego, esperar 10 minutos y hacerlo de nuevo. Era como una operación militar, pero es una gran secuencia y un movimiento típico de Chow”.
Cuatro dobles hicieron de Chow en distintos puntos de la ruta, incluyendo a Philip Tan, quien ha sido doble de Ken Jeong en todas las películas de “Hangover”. Su trayectoria fue rastreada por seis cámaras colocadas en posiciones estratégicas en tierra, así como cámaras de casco y una cámara aérea sostenida por cables que resultó ser el mayor reto logístico de la producción.
El coordinador de dobles de acción, Jack Gill, ofrece algunos de los detalles. “Colgamos mil pies de cable a 350 pies de altura. Después de escoger varios puntos en hoteles que nos funcionaban, tuvimos que encontrar una grúa en la que montar los cables”. Esto significaba pre posicionar el aparato de 500 toneladas cerca de la entrada de Bally’s, lo que requirió de siete camiones y ocho horas para lograrse. Desde ahí, continúa, “Teníamos un tendido de 2 cables que llegaba a Planet Hollywood. Es un trayecto de 1000 pies y pusimos a Phil Tan en uno de los cables y la cámara en el otro. La cámara avanza hacia él, luego le da la vuelta y regresa en dirección contraria”.
El hecho de que los paracaidistas se lanzaran de helicópteros necesitaba la aprobación de la FAA. Más allá de eso, Phillips recuerda, “se requirió la colaboración de 5 o 6 propiedades de alto perfil que comparten el strip. De repente tenía un botón que controlaba cuando las fuentes del The Bellagio se apagaban, porque no queríamos que Chow entrara el chorro de agua. Todo salió bien, y le da a la historia verdadera acción, lo que me parece que siempre juega a favor de experimentar una película como esta. Aunque la gente no se dé cuenta, subconscientemente la ven de manera distinta”.
Helms bromea, “A diferencia de cosas que hicimos en las otras películas, en las que hacíamos algo y luego nuestros dobles de acción hacían la versión más ruda; en esta película, algunas escenas son tan rudas que no nos dejaron meternos en nada”.
De hecho, los actores sí participaron en bastantes de sus escenas de acción, notablemente en otro de los sets principales de la película, en donde Alan y Phil escalan por el lado de una torre hotelera. La secuencia en realidad se filmó en un foro; sin embargo, aún requería que Cooper y Galifianakis avanzaran en vertical porciones de una fachada de 60 pies construida en el Foro 16 de los Warner Bros. Studios.
Integrando la arquitectura existente del Caesars Palace, el diseñador de producción Maher Ahmad construyó la estructura que representaba cinco pisos de la Torre Augustus del hotel, incluyendo sus balcones en voladizo, sus bajorrelieves de ángeles con trompetas y el letrero luminoso de nueve pies del logo del hotel, que tenía que soportar el golpe de actores y dobles de acción impactándose contra él. También fue diseñada para soportar una grúa de 3,200 de onzas sobre el set de 100 pies de longitud, además del personal y el equipo adicional, y partes del suelo del escenario fueron removidas para permitir espacio adicional para su altura.
Todo el set estaba rodeado por completo de pantallas verdes, en las que el equipo de efectos visuales añadió grabaciones meticulosas del paisaje urbano de Las Vegas.
Tratándose de la exigencia física de tales momentos, “Bradley ni parpadea, ni siquiera habla al respecto, siempre quiere hacerlo. Odia cuando usamos dobles, mientras que creo que Zach desearía que algún doble de acción hiciera toda la película por él”, dice Phillips riendo.
Padeciendo una grave acrofobia, Galifianakis recuerda, “Alan y Phil están descendiendo desde el techo con sábanas. Teníamos arneses, así que era completamente seguro, pero mi mente irracional me decía lo contrario. ¿Mencioné lo divertido que es trabajar en películas? Le temo a las alturas. Si midiera dos pulgadas más pasaría mi vida entera con miedo porque sería demasiado alto para mí”.
Además, para el explosivo escape de prisión de Chow, Ken Jeong, con arnés de seguridad pero perpetuamente agotado, pasó un día entero lanzándose constantemente desde un tanque a una caída libre de 30 pies mientras el agua caía tras de él.
Para la prisión misma, Ahmad y su equipo remodelaron una planta hidroeléctrica existente, que luego fue unida a un elaborado sistema de drenajes interconectados que se construyeron en un foro. “Lo que Todd y yo queríamos hacer era construir en dos niveles”, dice el diseñador. “Mientras Chow entra a un hoyo en el muro de su celda, cae 15 pies por el tubo y continúa hasta un túnel más pequeño que sale de la arteria principal. Desde ahí, escala hacia otro nivel y se va poniendo más estrecho, hasta el punto en el que es arrastrado, todo lo cual es visualmente más atractivo que una escapatoria corriendo”.
Ahmad también construyó una casa de empeño de Las Vegas en una tienda de muebles, que resultó ser lo suficientemente realista para atraer a personas que eran clientes potenciales buscando un buen trato.
Su mayor trabajo, sin embargo, fue convertir tres cuadras de desarrollos inmobiliarios en el pueblo fronterizo de Nogales, Arizona, en un bullicioso vecindario de Tijuana en el que Phil, Stu, Alan y Chow tienen una reunión clandestina. “Lejos de ser solo un edificio el que necesitara ser intervenido, casi todas de las 50 fachadas de tiendas necesitaron algún tipo de transformación, con ornamentos y letreros”, dice Ahmad. Era un área muy interesante en la que las calles formaban una Y, y un punto perfecto en frente de un edificio para una parada de autobús, todo lo cual era fundamental para la escena. El mismo edificio es también el exterior del hotel barato en el que Chow está refugiado”.
Es un pequeño y acogedor lugar que comparte con una parvada de gallos de pelea, lo que indica lo bajo que ha caído el otrora jugador de alto riesgo en su esfuerzo de ganarse la vida. En algún punto, cuando Alan perturba su frágil calma, la habitación de desquicia en un torbellino de alas, garras y graznidos mientras las aves atacan a Alan, Phil y Stu. Esos maniáticos momentos fueron filmados enteramente en un foro y requirieron una docena de aves, tanto gallos como gallinas, entrenados por Birds and Animals Unlimited, para saltar y colgarse de las espaldas de los actores. Las aves que salen volando por la ventana fueron atrapadas en sábanas para amortiguar su aterrizaje. Para proteger tanto a los animales como a los humanos, se proveyó, mediante modelos animatrónicos, de interacciones más directas como mordidas y rasguños simulados.
También fue un entrenador de Birds and Animals Unlimited quien escoltó a la jirafa estrella de la película, un ejemplar adolescente de buen trato llamado Stanley, a su gran primer plano que se filmó en un foro distinto. Ahí, se capturó digitalmente la actitud plácida de Stanley y luego se empató a metraje de Alan conduciendo un tráiler vacío por la carretera, para un corte final en el que vemos que ambos están viajando juntos, ambos inconscientes de la inminente catástrofe.
“Esta película fue ruda, brutal, masiva”, dice Cooper. “Es decir, tenemos paracaídas volando por Las Vegas de noche, animales salvajes en lugares en que no deberían estar, hay muchas locuras sucediendo. Pero todo está aterrizado. No creo que haya habido algún punto en el que Todd, ni nadie más, pensara, ‘Superemos la primera o la segunda película.’ La intención era solo contar una buena historia, y se siente como una progresión normal en las vidas de estos tipos”.
En ese mismo sentido, traerlos de vuelta a Las Vegas para el gran final de la trilogía no solo funciona a favor de la historia, sino que debería ofrecer el mismo sentido de completitud.
“Esta vez en verdad podemos cerrar el libro, de manera congruente con lo que hemos construido desde la primer película”, dice Galifianakis. “Tenemos bromas muy buenas y acción de alto octanaje. También hay algo de emoción genuina que logra filtrarse”.
Siendo de esperarse, también hubo muchas emociones al acercarse el final del trabajo en “¿Qué Pasó Ayer? Parte III”, debido a la camaradería que se ha desarrollado entre el elenco y el equipo, la mayoría de los cuales han trabajado juntos en las tres películas.
“Han pasado muchas cosas desde el grito de ‘Acción’ el primer día de la primer ‘Hangover,’” reflexiona Phillips. “Para nosotros es divertido mirar atrás hacia cinco o seis años y tres películas, y pensar en todas las locuras que hicimos y los lugares a los que fuimos juntos. Cuando llegamos a la última escena del último día, ciertamente sentí que algo especial había llegado a su fin.
“Sé que es un privilegio poco común poder hacer películas como esta y crear personajes a los que la audiencia responde como han respondido ante estos tipos”, agrega el director. “Y me da gusto que hayamos podido darle un buen final de manera que honra la historia y les da la gran despedida que se merecen”.
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