Es un buen momento no sólo de evaluar lo que pasó durante el año, sino además, de pensar en lo vendrá en el 2016 y si bien continuamos con la tendencia de los dispositivos móviles de los últimos años y pantallas de gran resolución empresas como LG o Samsung tocan un punto muy importante, el Internet de las cosas.
La tecnología ha permeado muchas de nuestras actividades, tanto como para pensar cómo le hacíamos hace no mucho para poder trabajar o divertirnos. Las generaciones X, Y y Z, tenemos vagos recuerdos de las actividades que había más allá de un teléfono, tablet, consola, computadora, pantalla inteligente o el mismo Internet.
Este concepto creado por Kevin Ashton y que plantea la posibilidad de integrar el Internet a objetos comunes y de uso cotidiano como las lavadoras, refrigeradores o despensas, está más presente que nunca para fabricantes que tratan de ganar terreno entre un público que espera innovación y sobre todo de vivir en ese ambiente futurista que películas y series nos ha contado.
Los wearables son sólo el inicio de las opciones que por ahora tenemos en el mercado y Apple, Microsoft y Google están labrando el camino que seguirán otros fabricantes que buscan participar en esta tendencia tecnológica.
¿Sí o no?
Mientras los cuestionamientos sobre cómo se ha modificado la interacción y limitado la comunicación a causa de los dispositivos electrónicos, hay quienes piden más integración de la tecnología para poder disfrutar de otras actividades, adicionalmente de la idea tentadora de extraer datos que puedan ser utilizados para medir comportamientos de uso y utilizar toda esa información para diferentes fines, entre ellos comerciales.
La conexión entre usuarios, objetos y redes, abre el camino para el Big Data y con ello de materia para innovar campos como el de la publicidad, pues las marcas buscan nuevas formas para poder estudiar a sus mercados y personalizar cada vez más sus productos y servicios, pero más allá de fines comerciales, hay quienes han vislumbrado una enorme oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas estudiando patrones de consumo que causan enfermedades o nos ayudan a conocer más sobre nuestra alimentación, nivel de actividad, patrones de sueño o higiene.
Avances en campos como la robótica podrían darnos idea de lo que usaremos en un futuro no muy lejano, no digo que pronto todos tendremos a Robotina en nuestras cocinas pero sí será muy común la convivencia con todo tipo de dispositivos inteligentes.
Estemos o no de acuerdo con estas tecnologías, la realidad es que ya estamos cada vez más inmersos en esta inter conexión del internet con las cosas.