Sandra Hernández es una fotógrafa profesional de la ciudad de Querétaro y parte de la familia de los X-Photographers de Fujifilm. Se ha especializado en fotografía urbana y documental, por lo que en estos días de confinamiento, le ha sido imposible hacer sus tomas habituales. Para mantener activa su creatividad, decidió experimentar por primera vez con los autorretratos; es así como crea una serie fotográfica llena de introspección, reflexiones, y carácter alrededor de su propia experiencia en casa: Cuarentona en Cuarentena.
Con un autoconfinamiento prematuro, Cuarentona en Cuarentena se comienza a desarrollar desde el pasado 20 de marzo siendo ya más de 60 días en los que trabaja con su cámara Fujifilm X-T3. Cada día realiza un autorretrato que publica en su cuenta de Instagram @vita_flumen, junto a un pie de foto para describirla en tres idiomas: español, francés e inglés, ya que Sandra también cuenta con la nacionalidad canadiense, y es importante para ella comunicarse con sus amigos y seguidores que tiene en Canadá.
Esta serie, conformada por fotografías en blanco y negro, documenta las distintas actividades que realiza, así como los sentimientos ambivalentes por los que atraviesa y con los que como espectadores nos podemos sentir reflejados. El trabajo de observación que ha hecho al ser ella misma el objeto de exploración ha sido muy revelador para ella, ya que por un lado ha representado un ejercicio de autoconocimiento y aceptación personal, y por otro, el inicio de una nueva faceta como fotógrafa. Aquí una recopilación de su serie:
Hoy cumplo mi primera semana en cuarentena voluntaria (en mi país la cuarentena todavía no es obligatoria). En casa solo estamos mi perrita Gala y yo. Gala detesta que la bañe, pero adora los baños de sol.
Día 11
Hoy tuve mi primera clase online con mi cátedra de la universidad. Este confinamiento me ha empujado a explorar otras opciones para continuar con mis labores y a vencer algunos temores propios de las situaciones inesperadas. Me dio mucho gusto volver a ver a mis alumnos y saber que están bien.
Día 13
Nunca he hecho autorretratos así que en estos días trato de experimentar en casa. Esta tarde decidí consentirme un poco (hace mucho tiempo que no lo hacía) y pensé que sería divertido tomar algunas fotos. Finalmente escogí esta imagen tomada mientras intentaba averiguar si la cámara seguía prendida. Llamaré esta serie “Cuarentona en cuarentena”.
Día 14
Hoy fue día de supermercado. He decidido que para esta serie intentaré sacar al menos una foto por día y publicarla. Sé que no todas las imágenes tendrán la misma fuerza o calidad pero creo que este ejercicio cotidiano me ayudará a lidiar con mi autocrítica y perfeccionismo.
Día 15
Me rehusaba a hacer autorretratos porque me parecía un ejercicio narcisista. Además, nunca me ha gustado exhibir mi vida privada. Este proyecto ha sido tan revelador que una de las primeras lecciones que me ha dado es mostrarme lo equivocada que estaba. Ahora descubro que el autorretrato es un acto de valentía que está ligado al conocimiento de uno mismo y a la aceptación personal.
Foto tomada por la mañana cuando regresaba de correr.
Día 16
Hoy empecé a leer un libro nuevo.
Día 17
“Es en una casa donde uno está solo. No afuera, sino adentro. Afuera, en el jardín, hay pájaros y gatos. Y también, alguna vez, una ardilla y un hurón. Uno no está solo en un jardín. Pero dentro de la casa, uno está tan solo que uno puede perderse.”
~Marguerite Duras, Escribir
Día 18
Anoche, las autoridades de mi país han declarado que necesitaremos al menos un mes más de confinamiento. Estoy bien, pero hoy no he podido dejar de pensar en ello.
Día 19
Leer poesía con los primeros rayos de luz de la jornada.
Día 20
La primavera apenas comienza y aquí nos estamos cocinando.
11. Día 21
Día de lavandería.
Día 23
Lunes y jueves son mis sesiones online con mi cátedra de la universidad. Siempre me visto y me arreglo como si fueran clases presenciales. Esa simple rutina me ayuda a mantenerme con los pies en la tierra y conectada con la realidad.
Día 24
Hoy fue día de supermercado. En la calle había poca gente y muchos traíamos mascarillas. A veces me cuesta trabajo creer que todo esto es real.
Día 25
Normalmente escucho las voces y risas de los vecinos al pasar por mi ventana. Ha sido una semana de mucho silencio.
Día 26
Escribo un diario desde que tengo once años. Con el tiempo, este hábito ha sido para mí una suerte de terapia, refugio y bitácora a la vez. Hoy, justo en medio de esta pandemia, se han acabado las hojas del cuaderno en turno y he empezado uno nuevo preguntándome si todo esto es también el inicio de un nuevo capítulo. ¿Seremos capaces de aquilatar este episodio para dar un giro a nuestra existencia u olvidaremos pronto y volveremos a ser los mismos al cabo de unos meses?
Día 27
« Y este que se está cambiando, este sigo siendo yo. »
~Peter Handke, El peso del mundo
Día 28
Hoy estaría en camino a Santo Domingo. Había esperado este viaje con mucha ilusión y desperté pensando en eso. Estoy aprendiendo a estar en paz con todo aquello que escapa de mis manos. También estoy aprendiendo a observarme y siento que cada día lo hago con más conciencia y aceptación. Este ejercicio de fotografiarme ha sido un gran reto para mí. La parte más difícil es mostrar las imágenes a los demás: temo revelar demasiado.
Día 29
Me encontré a esta niña y le pregunté cómo me ve.
Día 31
Estos últimos días el fantasma de la incertidumbre me ha venido a visitar. Aunque trato de ignorarlo, ronda cínicamente por toda mi casa. Hay ocasiones en que me despierta en medio de la noche. Le he pedido varias veces que se vaya, que me deje en paz, pero insiste en robar mi atención. Al principio lo alimentaba, por compasión. Hoy decidí dejarlo morir de hambre.
Día 35
¿Se han preguntado si algún día extrañaremos todo esto? Yo, entre otras cosas, echaré de menos la calma y el silencio.
Día 36
Esta mañana, la mujer del espejo me ha dicho que disfruta mi compañía y que la está pasando muy bien a mi lado en este encierro. Le respondí que era mutuo.
Me siento agradecida por ello.
Día 40
La fotografía me enseñó cómo apreciar el mundo desde otra perspectiva y a hacerlo mío a través de la lente. Hoy, después de cuarenta días de cuarentena puedo decir que la fotografía me está enseñando a hacer lo mismo conmigo misma.
Día 42
Todos los días me repito que estoy bien. En realidad lo estoy: me encuentro en un lugar seguro, tengo trabajo y no me falta nada. ¿Por qué, entonces, hay días donde me siento tan frágil, como si se gestara una grieta dentro de mí? Creo que el estrés mental comienza a manifestarse de maneras insospechadas. Hoy el agua de la regadera se ha sentido como un abrazo cálido. “¿Por qué nadie me habló de llorar en la ducha? Qué sitio tan perfecto para el llanto, qué sitio tan idóneo para abandonarse sabiendo que nadie te oye.” ~Ray Bradbury
Día 44
Vi a mi madre a través de la ventana cuando pasé a su casa a dejar el supermercado. Extraño desayunar con ella y charlar de todo y nada mientras tomamos café. Extraño sus abrazos. Quisiera tener su sabiduría, su ternura y su gran corazón. Para mí es la persona más hermosa del mundo.
Día 46
Acomódate bien la mascarilla. No te toques la cara. Guarda tu distancia (esquiva a quien se acerque). Desinfecta tus manos. Desinfecta tus zapatos. Desinfecta las compras del supermercado. No toques nada. No salgas de casa.
Hay días que siento que todo esto me rebasa.
Día 48
Mantener el virus lejos de casa.
Día 50
Hay días donde no me logro ver, donde siento que el fantasma soy yo.
Día 52
Adaptarme a esta cuarentena en solitario ha sido un proceso con altibajos. Al principio estuve obsesionada con la productividad y trabajaba todo el día sin parar. Después, cuando me di cuenta de que el encierro sería largo, quise relajarme y tomar las cosas con más calma pero mis días comenzaron a ser un poco caóticos (demasiado internet y redes sociales). Comprendí que necesitaba balancear mi rutina y que eso me traería mejor estabilidad emocional. Así que, aunque vivo en un departamento pequeño, cada día dedico tiempo a detalles más allá de las labores domésticas. Gracias a esas pequeñas acciones, antes insignificantes para mí, ahora me siento en paz.
Día 54
Encontré a Gala en la calle hace casi cuatro años. Estaba en los huesos y con daños severos en la piel. Mi idea era ayudarla a reponerse y después encontrarle un hogar pero no pude resistirme y terminé quedándome con ella. Es indescriptible y conmovedora la complicidad que se puede tener con un perro. Gala ha sido la mejor compañera de cuarentena.
Día 56
Me siento muy libre en este encierro. Qué paradoja.
Día 58
Anoche volví a sentir ese nudo en el pecho que había desaparecido desde hace algunas semanas. Esta mañana, con los primeros rayos de sol he pedido un poco de iluminación para mantenerme calmada y sabia. Después abrí́ mi libro y me topé con estas líneas:
“Hacer una cosa tras otra, lo más concienzudamente posible: oler el pan, oler la ginebra, plegar el papel… esa es la salvación.” (El peso del mundo, Peter Handke).
Si quieres seguir viendo las fotografías de Cuarentona en Cuarentena, sigue a Sandra en su Instagram, o si quieres ver más de su trabajo visita: https://vitaflumen.com/.
